Apocalipsis, cómo estar preparado para el fin de los días

Contents

Es uno de esos temas que llevan siendo comunes desde hace siglos, aunque por supuesto, la forma ha ido cambiando. No así el objetivo final, que sigue siendo el fin del mundo. Cada cultura, cada religión, cada época, ha entendido el Apocalipsis de una manera diferente, pero todas tienen en común eso de marcar un punto en el que todo lo que conocemos desaparecerá, ya sea por la ira de Dios o por alguna hecatombe provocada por el ser humano, algo cada vez más probable.

Desde hace unas décadas, con la llegada de la energía nuclear y el potencial de aquellas bombas que Estados Unidos decidió lanzar sobre Hiroshima y Nagasaki, el mundo teme que el fin de los días esté más cerca de lo que pensamos. El tema ha sido llevado a la literatura y al cine en múltiples ocasiones, pero no es algo de ciencia ficción. Son muchos los que están convencidos de que el fin del mundo no tardará en llegar, y por eso se preparan de la mejor forma posible para sobrevivir ante cualquier cosa que pueda suceder.

 

El fin del mundo, las teorías que conocemos

Teorías sobre el fin del mundo hay cientos, aunque es cierto que algunas son más populares y están más respaldadas que otras. Una hecatombe a nivel mundial que se lleve por delante a la mayoría de la población en poco tiempo es una de las más conocidas. Por ejemplo, una gran guerra a escala mundial, o un desastre ecológico, aunque esto sería mucho más lento. Parece que el planeta va muriendo, pero no rápidamente, sino desangrándose año a año, en buena parte por culpa del ser humana. Tal vez la naturaleza se cobre su venganza en algún momento. También están las teorías religiosas, sobre la llegada del Anticristo, o de un gran cataclismo que haga desaparecer a toda la población, como en el diluvio universal. Y por supuesto, la llegada de extraterrestres que nos exterminen, o la de provocar nosotros mismos el apocalipsis a través de una plaga de zombies o infectados.

 

Cómo prepararse para el fin del mundo

Si eres de los que piensa que no tardaremos en llegar al final de nuestros días como especie, tal vez te convenga empezar a prepararte para que el apocalipsis no te tome por sorpresa. Hay quienes hacen acopio de conservas que pueden durar años incluso en buen estado, o quienes preparan sus casas para sobrevivir a cualquier invasión, por ejemplo. Los hay también que se construyen sus enormes refugios nucleares, temiendo que finalmente, la especie acabe matándose a sí misma de esta manera. Lo cierto es que un fallo eléctrico a gran escala y durante mucho tiempo sería todavía mucho más desastroso y real, así que son muchos los que están volviendo a aprender a vivir casi en la naturaleza, a pescar, a cazar y a guiarse sin ayuda de ningún dispositivo.

 

Apocalipsis zombie, ¿es posible?

Lo hemos visto en numerosas series y películas. Un virus extraño que empieza a expandirse y a contagiar a la población, y que en pocos días llega a todo el mundo como una pandemia, dejando el planeta absolutamente desolado. ¿Podría darse en la realidad ese apocalipsis zombie de Guerra Mundial Z, por ejemplo? Según la ciencia, el hecho de crear un virus que contagie a mucha gente y los convierta en zombies es posible. Eso sí, estos infectados seguramente tendrían unas capacidades físicas deterioradas, porque literalmente, sus cuerpos estarían degradándose. Así que no sería demasiado complicado acabar con ellos en un momento dado. Además, muchos morirían de inanición o falta de energías, al no encontrar sustento durante un tiempo.

 

Así son los llamados preppers y survivalistas.

Como decíamos arriba, hay personas que se toman muy en serio todo esto de prepararse para el fin del mundo, porque creen de verdad que tenemos el apocalipsis encima. Claro que hay gente de todo tipo, pero muchos se preparan de verdad para subsistir en caso de una debacle, preparando refugios, aprendiendo técnicas de supervivencia, tratando de prever qué es lo que puede pasar o por donde llegará el apocalipsis de turno. Muchos les llaman locos, pero ellos saben que deben estar bien preparados para cuando llegue el  momento, porque de lo contrario, acabarán sucumbiendo como el resto de aquellos que no se tomaban en serio sus advertencias.